En la actualidad se ha popularizado que los niños y niñas, usen disfraces para cambiar de identidad y festejar ya sea una fiesta de cumpleaños o cualquier ocasión; convertirse en sus ídolos, personajes o héroes favoritos. Una práctica muy divertida y que recomiendan los pedagogos.
Los expertos aseguran que disfrazarse es un juego muy saludable y necesario en la vida de los pequeños, ya que contribuye al desarrollo de los mismos. Los niños dan rienda suelta a la fantasía, espontaneidad y creatividad.
Cuando se meten en el papel de una princesa, super-héroe, bombero, torero.. los pequeños asumen un rol, que les ayuda a comprender el mundo de los adultos. En definitiva, disfrazarse aporta muchos beneficios en el equilibrio emocional, por ello es muy recomendable iniciarse en este juego en edades tempranas.
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